Alumnos de 5to A, debido a la cantidad de alumnos que no han llegado a 7 (siete) es probable que el recuperatorio sea nuevamente escrito. Debajo está la lista de quienes deben recuperar el exámen más aquellos que no han rendido aún:
Ballatti, Bruno
Bontempi, Guido
Cane, Bernardo
Caresani, Nicolás
Chaves Lucesole, Conrado
Cortes, Ignacio
Demitrof, Nicolás
Errecart, Graciano
Esnaola, Joaquín
Finocchi, Alejo
Lozano González, Raúl
Maldonado, Julián
Mayocchi, Valentín
Renzetti, Franco
Sotelo; Agustín
Ale, Milena
Álvarez Rico, Macarena
Kindt, María Sol
Peñalba del Pozo, Milagros
Rafti, Abril
Slovacek, Milena
Torre Harriet, Sofía
Tuculet, Julia
Les recuerdo que el recuperatorio es opcional, nos vemos el mièrcoles, estudien...
sábado, 11 de agosto de 2012
jueves, 2 de agosto de 2012
Íconos, Índices y Símbolos
Íconos: Tienen una relación de semejanza, se parecen al objeto que representan, tienen una relación directa con aquello a lo que se refieren, por ejemplo: los retratos, las pinturas, las imágenes pintadas, las remeras grabadas con la imagen de un músico.
Índices: Tienen una relación de continuidad con los objetos, con la realidad. Este tipo de signos indica, anticipa o evidencia algo. Por ejemplo, una nube negra es un índice de lluvia, el humo indica el fuego. Etc.
Símbolos: Tienen una relación convencional con su objeto. Son signos construidos por el ser humano para comunicar algo: palabras, logotipos, señales de tránsito.
No hay nada en el símbolo que indique que representa a esa cosa, simplemente los símbolos están asociados a un obejto por un acuerdo entre las personas. Por ej, las luces del semaforo tienen el mismo significado para todos por que todos interpretamos el signo de la misma manera, y lo hacemos por un acuerdo o convención.
Índices: Tienen una relación de continuidad con los objetos, con la realidad. Este tipo de signos indica, anticipa o evidencia algo. Por ejemplo, una nube negra es un índice de lluvia, el humo indica el fuego. Etc.
Símbolos: Tienen una relación convencional con su objeto. Son signos construidos por el ser humano para comunicar algo: palabras, logotipos, señales de tránsito.
No hay nada en el símbolo que indique que representa a esa cosa, simplemente los símbolos están asociados a un obejto por un acuerdo entre las personas. Por ej, las luces del semaforo tienen el mismo significado para todos por que todos interpretamos el signo de la misma manera, y lo hacemos por un acuerdo o convención.
miércoles, 1 de agosto de 2012
“Cultura y Sociedad: Una introducción” De Néstor García Canclini
Resumen del texto: “Cultura y Sociedad: Una
introducción” De Néstor García Canclini. (1981)
¿Por qué no existe una sola definición?
Bajo el
nombre de cultura se colocan realidades muy diversas. El lenguaje popular lo
usa de un modo, la filosofía de otro y en las ciencias sociales se pueden
encontrar múltiples definiciones. Dentro de la propia antropología social, la
disciplina que más se ha ocupado de la cultura, no todos entienden lo mismo al
referirse a esa palabra. Se ha dicho que incluye el conjunto de lo creado por
los hombres; la totalidad de capacidades
y hábitos adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad (Tylor); la organización de la experiencia compartida
por una comunidad (Goodenough); las
formas estandarizadas de observar el mundo y de reflexionar sobre él, de
comprender las relaciones existentes entre las personas, los objetos y los
suceso, de establecer preferencias y propósitos, de realizar acciones y
perseguir objetivos (Valentine). Y así podríamos avanzar en este bosque de
definiciones que ya en 1952, según la recopilación de Kroeber y Klukhohn,
andaba por las trescientas.
No es
fácil con estos antecedentes, proponer una definición de cultura sin discutir
antes los principales criterios empleados en su conceptualización.
Cultura vs. Civilización
Hay una
manera de entender la cultura como educación, erudición, refinamiento,
información vasta, en fin, el cúmulo de conocimientos y aptitudes intelectuales
y estéticas que se adquieren individualmente. Vamos a detenernos en esta
acepción porque es la que sostuvo el análisis de los fenómenos culturales en
las humanidades clásicas (la filosofía, la historia, la literatura), y en gran
parte aún persiste. También porque es el modo en que hoy se concibe vulgarmente
la cultura, el ser culto y por tanto
su diferencia con la cultura popular.
Esta
definición parcializada se basa histórica y conceptualmente en las teorías que
oponen cultura y civilización, aunque no todos los que la usan conozcan ese
origen […] Para el idealismo alemán la cultura abarca el mundo de los valores,
las creaciones espirituales, el perfeccionamiento moral, intelectual y
estético; la civilización es el campo de las actividades técnicas y económicas.
Se juzga entonces a la cultura, la esfera más elevada del desarrollo social y
se la analiza por sus méritos espirituales, supuestamente intrínsecos; la
civilización es vista como los bienes y actividades inferiores necesarios para
la supervivencia y el avance material, pero que no contribuyen a la
dignificación del hombre. El ideal de vida sería ocuparse de lo material en lo
estrictamente indispensable y dedicar el mayor tiempo a la cultura, o sea
perfeccionarse espiritualmente, construir y expresar una personalidad singular,
buscar respuestas a los enigmas del universo y de la existencia humana.
[…]
Al
oponerlo al concepto de civilización, no se ha hecho más que ofrecer una
versión maquillada de un viejo divorcio: entre lo material y lo espiritual […]
La separación de la cultura y la civilización reproduce en el campo teórico la
división de la sociedad en clases. […] De esta escisión, surge una metodología
dualista que ve los hechos culturales como si se tratara de fenómenos puros del
espíritu y que es incapaz de entender su conexión orgánica, necesaria, con la
base material.
[…]
Entonces: ¿cómo pueden los sectores sociales que no poseen la cultura o los países dependientes acceder a ella? Así se
naturaliza la división entre las clases sociales y entre las sociedades, se
oculta el origen histórico de esas divisiones y que un sector haya otorgado
universalidad a su particular producción cultural. […] Esta concepción
idealista y etnocéntrica ha servido para justificar
la dominación imperialista de las metrópolis y la imposición de modelos
capitalistas de organización social, el sometimiento de las clases trabajadoras
y de las comunidades indígenas.
Culturas “superiores” e “inferiores”; la
crítica antropológica
En esta
definición, cultura es todo lo que no es naturaleza. Se considera cultural todo
lo producido por todos los hombres, lo que la naturaleza no ha dado. […] Son
parte de la cultura aun aquellas prácticas o creencias que suelen juzgarse
manifestaciones de ignorancia (las supersticiones, los sacrificios humanos-9,
las normas sociales y las técnicas simples de quienes viven desnudos en una
selva, sujetos a los ritmos y los riesgos que sean; se hallan estructuradas,
poseen coherencia y sentido dentro de sí; incluso aquellas prácticas que nos
desconciertan o rechazamos (la antropofagia, la poligamia), resultan lógicas
dentro de la sociedad que la acepta, son funcionales para su existencia.
A esta
definición se llegó con dificultad ya que durante milenios el etnocentrismo
prevalecía en las relaciones entre los pueblos y rigió la mirada sobre uno mismo.
Los griegos llamaban bárbaros a
quienes no participaban de su cultura. […] Las sociedades occidentales
utilizaron en el mismo sentido el término salvaje
que literalmente quiere decir de la selva.
[…] El
etnocentrismo persistió empecinadamente en las propias teorías antropológicas.
[…] Los antropólogos –ligados a la expansión colonialista occidental-
suscribieron su ideología dominadora.
[…] Hubo
pensadores occidentales que idealizaron a los
salvajes (por ejemplo Rousseau), pero la línea dominante en las culturas
europeas fue sobreestimación de sí misma, apoyada en la superioridad intelectual.
[…] Al
descentrarse de la propia cultura, los antropólogos fueron descubriendo otras
formas de racionalidad y de vida. También advirtieron que culturas no
occidentales habían resuelto quizá mejor que nosotros la organización de la
familia y la educación, la integración de los adolescentes a la vida sexual y a
la actividad económica.
A partir
de tales descubrimientos fue levantándose una concepción distinta de occidente
sobre los otros pueblos y sobre sí misma. Lévi-Strauss presenta un ejemplo de
América para refutar la concepción evolucionista de la historia humana. El
continente americano logró antes de la conquista española un impresionante
desarrollo cultural independiente de Europa. Exploraron los recursos, la
domesticación de las especies animales y vegetales, obtuvieron remedios y
bebidas únicos, lograron estimulantes y anestésicos, y además aportaron conocimiento
al viejo mundo.
[…] Los
dos tipos de pensamiento –el salvaje y
el científico- no corresponden a etapas superiores o inferiores del desarrollo
humano, sino a distintos niveles
estratégicos en que la naturaleza se deja atacar por el conocimiento científico,
uno de ellos aproximadamente ajustado al de la percepción y la imaginación y el
otro desplazado. En el pensamiento salvaje, más ligado a la sensibilidad,
los conceptos están sumergidos en imágenes; en el pensamiento moderno, las
imágenes, los datos inmediatos de la sensibilidad y su elaboración imaginaria,
están subordinados a los conceptos.
Relativismo cultural
¿Explicamos
con esta teoría de la historia las diferencias entre las culturas? ¿Podemos
entender por qué tantas veces las diferencias se convierten en desigualdades, o
son originadas por ellas?
El
antropólogo debe atender a esta diversidad concreta, y, más que preocuparse por
comparar las culturas, examinará sus particularidades. Herskovits concluye que
esta pluralidad de organizaciones y experiencias sociales, cada una con sentido
propio, nos inhiben para juzgarlas desde sistema de valores ajenos. Todo etnocentrismo
queda descalificado y debemos admitir el relativismo cultural. Dos problemas
quedan sin resolver. Uno de carácter científico: ¿cómo construir un saber de
validez universal que exceda las particularidades de cada cultura sin ser la
imposición de los patrones de una a las demás? El otro es de carácter político:
¿cómo establecer, en un mundo cada vez más (conflictivamente) interrelacionado
criterios supraculturales de convivencia e interacción?
Transnacionalización de la cultura
Durante
bastante tiempo se creyó que el relativismo cultural era la consecuencia
filosófica y política más adecuada al descubrimiento de que no hay culturas
superiores o inferiores. Hemos visto que si bien permite superar el
etnocentrismo, deja abiertos problemas básicos en una teoría de la cultura: la
construcción de un conocimiento de validez universal y de criterios que ayuden
a pensar y resolver los conflictos y desigualdades interculturales.
La
inutilidad del relativismo cultural deriva de la concepción artificial y
atomizada de la sociedad en que se apoya: como si cada cultura pudiera existir
sin saber nada de las otras.
Las
afirmaciones sobre la igualdad del género humano, la relatividad de las
culturas y el derecho de cada una a darse su propia forma son inconsistentes si
no las ubicamos en las condiciones actuales de universalización e
interdependencia. En el mundo contemporáneo esta interdependencia no es una
relación de reciprocidad igualitaria, como en sociedades arcaicas donde el
intercambio de subsistencias era controlado por principios que restablecían una
y otra vez el equilibrio. La transnacionalización del capital, acompañada por
la transnacionalización de la cultura, impone un intercambio desigual de los
bienes económicos y culturales. Hasta los grupos étnicos más remotos son
obligados a subordinar su organización económica y cultural a los mercados
nacionales.
Pero se
crea la ilusión de que todos pueden disfrutar (efectiva o virtualmente) de las
superioridades de la cultura dominante. En cuanto a las culturas subalternas,
se impide su desarrollo autónomo o alternativo, se reordena su producción y su
consumo, su estructura social y su lenguaje, para adaptarlos al desarrollo
capitalista. Se consiente a veces que subsistan fiestas tradicionales, pero se
trata de diluir su carácter de celebración; se admite, y aún se impulsa, una
cierta supervivencia de las artesanías para dar una fuente complementaria de
ingreso a las familias campesinas y reducir su éxodo a las grandes ciudades, o
sea, para resolver los problemas de desocupación e injusticia del capitalismo.
¿Qué
sentido tiene, en este contexto, hablar de relativismo cultural? La superación práctica del etnocentrismo
que el capitalismo ha generado es la imposición de su estructura económica y cultural
a las sociedades dependientes. [...] Existen dos tipos de etnocentrismo en el
proceso de intercambio desigual capitalista: el imperial, que mediante la
transnacionalización de la economía y la cultura, tiende a anular toda
organización social que le resulte disfuncional y el de las naciones, clases y
etnias oprimidas que sólo pueden liberarse mediante una autoafirmación enérgica
de su soberanía económica y su identidad cultural. […] Por eso mismo, la
sobrestimación de la propia cultura –como ocurre en movimientos nacionalistas,
étnicos y de clase en la lucha por liberarse- no es una parcialidad o un error
a lamentar sino un momento necesario de negación de la cultura dominante y
afirmación de la propia. Los componentes irracionales que suelen incluir estos
procesos, la tentación de sobrestimar lo propio, puede ser controlada con dos
recursos: desarrollar la autocrítica dentro de la propia cultura y estimular la
interacción solidaria con los demás grupos subalternos. Una universalización
mayor del conocimiento, libre de todo etnocentrismo, sólo advendrá al superarse
las contradicciones y desigualdades.
Ejercicios
·
Explique
con ejemplos en qué consiste la interdependencia entre culturas en el mundo
contemporáneo.
·
Tome
una manifestación de la cultura tradicional (una fiesta popular, las artesanías
de una región) y describa de qué manera influyeron en su evolución agentes
externos a la comunidad que la produce (la intervención de comerciantes
extraños, el turismo, organismos oficiales, etc.).
Una definición restringida de cultura
Por estas
razones (citadas con anterioridad), preferimos reducir el uso del término cultura a la producción de fenómenos que
contribuyen mediante la representación o reelaboración simbólica de las
estructuras materiales, a reproducir o transformar el sistema social.
[…] No
hay producción de sentido que no esté inserta en estructuras materiales. […] La
cultura no sólo representa la sociedad; también cumple, dentro de las
necesidades de producción de sentido, la función de reelaborar las estructuras
sociales e imaginar nuevas. Además de representar
las relaciones de producción, contribuye a reproducirlas,
transformarlas e inventar otras.
ETNOCENTRISMO ;
El etnocentrismo es un concepto elaborado por la antropología para
mencionar la tendencia que lleva a una persona
o grupo social a interpretar
la realidad a partir de sus propios parámetros culturales. Esta
práctica está vinculada a la creencia de que la etnia propia y
sus prácticas culturales son superiores a los comportamientos de otros grupos.Una visión etnocentrista juzga y califica las costumbres, las creencias y el lenguaje de otras culturas de acuerdo a una cosmovisión considerada como deseable (que siempre es la propia). Las diferencias entre uno y otro grupo constituyen la identidad cultural.
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